Centro de Estudios Wilhelm Reich

CENTRO DE ESTUDIOS WILHELM REICH. Buenos Aires. Argentina

viernes, 17 de julio de 2009

TESTIMONIO DE UNA AMISTAD (1)


TESTIMONIO DE UNA AMISTAD (1)

La correspondencia entre Wilhelm Reich y A. S. Neill, es otro de los libros que aún no fueron traducidos al español. Reúne las cartas que se enviaron estos dos gigantes del campo de la salud, la educación y la vida, entre 1939 y 1957. Se puede recorrer el mundo de entreguerras en Europa, las condiciones de la vida de cada uno durante la Segunda guerra mundial, el mundo de la postguerra con sus temores, sus ilusiones y como trasfondo: la guerra fría

Alexander Sutherland Neill, hijo de un maestro rural en Escocia, en 1921 fue a trabajar a Hellerau- Alemania. Ahí no advirtió (cuenta en su autobiografía) que la pobreza de la postguerra conduciría a Hitler. Es en Dresde y Viena donde se acerca a los grupos psicoanalíticos. En 1924 vuelve a Inglaterra, crea una escuela que recibe alumnos ‘inadaptados’. Antes de irse para Alemania, se había formado con el psicólogo Homer Lane que venía de trabajar en reformatorios norteamericanos con delincuentes juveniles.
Neill creará una de las mayores experiencias en escuelas: Summerhill
Cuenta en su autobiografía:”Nos conocimos en 1937, cuando pronuncié una conferencia en la Universidad de Oslo. Después de mi conferencia el director de la Universidad me dijo: -Esa noche se encontraba entre su público un hombre distinguido: Wilhelm Reich. - ¡Dios mío! Precisamente leí su Psicología de masas del fascismo- contesté- cuando venía en el barco hacia acá. Hablé por teléfono con Reich y me invitó a cenar. Conversamos hasta muy tarde. Quedé fascinado. Afirmé: - Reich, ud es el hombre que he buscado durante años, el hombre que une el soma con la psique. ¿Puedo venir a estudiar con ud?”
Neill luego de distintas experiencias terapéuticas (en Alemania y Austria) decide hacer terapia con Reich. Comenta que logra en poco tiempo lo que llevó años con otros analistas.

Wilhelm Reich en 1939 es contratado por la New School Social Researches en New York. Viaja con su laboratorio (ya que iniciaba sus investigaciones sobre radiación y oncología) y comienza a dar cursos sobre análisis del carácter y psicosomática para psicólogos, médicos, trabajadores sociales, pedagogos como lo había hecho en Noruega. Volverá a reeditar sus libros, ahora traducidos al inglés como: “Análisis del carácter”, “La función del orgasmo”, “La revolución sexual” y “Psicología de las masas del fascismo”, durante la década del 40.

La correspondencia permite entender qué sucedía en cada lado del Atlántico. Por un lado las condiciones en Inglaterra con las movilizaciones de la población, el racionamiento de los alimentos, la falta de combustible. Neill detallaba todas esas cuestiones en función de lo que sucedía en Summerhill: maestros que necesitaba y estaban en el frente de guerra, la falta de dinero para seguir sosteniendo su escuela, la situación de salud de su mujer, consultas sobre los niños que concurrían y la necesidad de volver a hacer terapia.
Su agradecimiento lo llevó a distribuir las revistas, los boletines y libros que Reich editaba en EEUU. En una de esas cartas le escribe: “También la vida se ha hecho más primitiva en muchos aspectos. Me paso horas cavando para producir alimentos y los niños también. Gracias a Dios, creo que tengo más interés en los niños que nunca. Son grandes, inteligentes y adorables y sé que este sistema es el único que tiene valor en este mundo. No parecen necesitar ninguna terapia de ningún tipo y esto es la educación ideal: educar a los niños de manera que no necesiten una terapia más tarde”.
Reich había trabajado en el tiempo que estuvo en Viena y Berlín con niños y adolescentes: comparó las corrientes pedagógicas con las teorías psicoanalíticas de Freud. Había escrito “La lucha sexual de los jóvenes” y opúsculos en Alemania como: “Cuando tu hijo te pregunte”, pero ahora en sus nuevas investigaciones sobre las emociones elaboraba otros conceptos más amplios. Le escribe a Neill el 18/3/42: “Creo que la tarea más importante sería elaborar los problemas que se presentan en niños que son criados de una manera autoritaria más o menos disfrazada y que encuentran por primera vez libertad de movimiento, pensamiento y de manifestación. Siempre estábamos de acuerdo en este punto: que no es tanto la alegría de una vida libre, sino el miedo a la libertad, que nos concierne a todos. Sin duda alguna, no existirían problemas peligrosos en la libertad si la gente y los niños no tuvieran miedo de ella y si no ansiaran la dirección de una autoridad”.
Reich ayuda a Neill en lo material y le solicitaba artículos para sus revistas: “Nos gustaría ejemplos prácticos de cómo se comportan los niños, especialmente cuando entran en la escuela de un entorno no libre y como se ajustan a la autorregulación. Este problema es creo, el más importante de la educación y lo será en una sociedad verdaderamente libre”. Necesitaba que los nuevos experimentos biofísicos y las observaciones clínicas fueran el núcleo de todas las constataciones psicológicas, educacionales y políticas.
Los progresos de Reich lo llevan a escribirle una extensa carta sobre su encuentro en 1941 con Albert Einstein, donde le explica sus investigaciones en física: “Yo me encargo de la ciencia natural en el campo de la biofísica del orgón (…) El orgón es, tal como yo lo veo, una energía subatómica en su forma natural del cual surgen elementos químicos. La energía de la bomba atómica es obtenida dividiendo materia. Nosotros acumulamos la energía cósmica de manera natural. No creo que los mecanicistas logren retardar el proceso de dividir la materia hasta el grado que la energía pueda ser aprovechada de manera beneficiosa” (10/9/45).

Entre las consultas que Neill le hacía a Reich en lo terapéutico, para seguirse sosteniendo, estaban las ‘corazas musculares’: “Puedes haber aflojado un poco la rigidez, como una máscara de la expresión de la cara. Un impulso de morder puede estar a punto de irrumpir. A esta emoción biofísica el paciente puede reaccionar, por protección, con una retirada de los hombros, una especie de retención. Ahora no puedes sacar el impulso de morder la boca a no ser que liberes la coraza muscular auxiliar de los hombros primero, llevando los hombros hacia delante. (…) el obstáculo principal para progresar es siempre un miedo tremendo de ceder a un movimiento involuntario e incontrolado y a las corrientes emocionales”.

Por 1950 Reich está preparando la segunda Convención Internacional Orgonómica en Maine- EEUU. En enero de ese año le escribe: “Tienes toda la razón cuando dices que deberíamos fundar un instituto para la autorregulación de niños en vez de un hospital. Esto fue mi idea durante mucho tiempo, pero un hospital para la investigación de biopatías también es necesario”; continúa relatándole lo cómodo que podía estar al lado del lago entre bosques tranquilo: “Pero cuando lo medité sobre la cuestión de quedarme en Maine o de volver a New York, experimenté que no sería capaz de producir un solo pensamiento orgonótico si iba a introducir mi trabajo sobre la estructura humana. Y volví a New York a finales de noviembre y rápidamente elegí una lista de 120 médicos, docentes,


enfermeras, trabajadores sociales, psicólogos, unos 40 de los mejores preparados y empecé a fundar el Orgonomic Infants Researches Center para el ESTUDIO DE LA SALUD y no de la enfermedad”.
Reich quería que Neill fuera a EEUU a crear varias escuelas. Lo que hacía diferente a Summerhill de la escuela tradicional es que está sustentada en el psicoanálisis, las teorías de autorregulación, el antiautoritarismo y el autogobierno. Neill decía: “El fin de la educación debería ser la prevención de aquellas emociones ocultas que son hostiles a la sociedad”. A Neill le niegan la visa para ingresar a EEUU, aunque estuvo en la primera Convención de 1948.


CARLOS LIENDRO

(1) Capítulo del libro “UN TAL DR. REICH”, de próxima aparición