Informe especial -
En lo que va del año ya se produjeron en Argentina cuatro tornados, el último en la ciudad cordobesa de Laboulaye. Según estudios meteorológicos, la región comprendida por la llanura pampeana, el litoral y el sur de brasil, es el segundo lugar en el mundo en donde se producen más fenómenos de este tipo después del “Corredor de los tornados”, en Estados Unidos. Los especialistas comenzaron a nombrar a la zona cómo el “Pasillo de los tornados”.
Con la difusión de las nuevas tecnologías, cámaras digitales, celulares multimedia, e Internet, los registros de tornados en Argentina se multiplicaron en los últimos años. Esto permitió comprobar con mayor claridad lo que hasta hace muy poco tiempo era algo que estaba solo en boca de meteorólogos: la región es la segunda con mayor actividad en el mundo.
En enero de 2011 ya fueron registrados por aficionados cuatro tornados. El primero en las Altas Cumbres, Córdoba; el segundo en Los Ralos, Tucumán; luego se produjo otro en Diamante, Entre Ríos y finalmente, el último ocurrió en Laboulaye, Córdoba, con el resultado de numerosos heridos, más de 100 viviendas con voladuras de techos y el 40% de la ciudad sin energía eléctrica.
Un tornado no es cualquier viento fuerte producido por una gran tormenta, sino que el fenómeno se genera bajo condiciones muy especiales y se manifiesta como una columna de aire que rota de forma violenta y que esta en contacto tanto con la superficie de la Tierra como con una nube.
La región a la que los meteorólogos han comenzado a llamar “El pasillo de los Tornados”, en referencia al “Callejón de los Tornados”, ubicado en los Estados Unidos, abarca las provincias de Entre Ríos, Centro y sur de Santa Fe, centro y este de la Provincia de Córdoba, sur, centro y norte de la Provincia de Buenos Aires, La Pampa, sureste de Santiago del Estero, Uruguay y el sur del Estado de Río Grande del Sur en Brasil.
En esta zona se dan las condiciones para su formación debido a la gran extensión de la pampa húmeda, en donde el aire frío proveniente de la Patagonia choca con el aire caliente y húmedo que viene de Brasil, el norte de Argentina y Paraguay. A esto se le suma el aire seco proveniente de la cordillera de los Andes. Estos frentes al encontrarse y chocar, producen tormentas intensas que logran alcanzar con mucha frecuencia el estado de Supercélula con una gran posibilidad de que se formen tornados de distintas intensidades, la mayoría F1 y F2.
La temporada
La temporada de tornados abarca entre noviembre y abril, y se genera mayor actividad de diciembre a enero. Debido a que la llanura pampeana es menos poblada que la del “Callejón de los Tornados”, el número de avistamientos es escaso y producen menos daños por que son de menor intensidad. La mayoría son tornados F0, F1, F2 y F3, en una escala cuyo máximo es F5.
El más fuerte registrado en Argentina ocurrió en San Justo, Santa Fe en 1973. Murieron 70 personas y se produjeron daños millonarios. Fue catalogado cómo tornado F5, con vientos de hasta 500 kilómetros por hora y fue considerado el peor tornado de Sudamérica, Latinoamérica y el Caribe.
Según señaló La Red de Estaciones de Climatología Urbana de São Leopoldo, Brasil, los tornados “muchas veces acontecen en áreas deshabitadas sin que haya daño o visualización por las personas. Sin embargo, en algunos casos ellos alcanzan áreas pobladas. La Climatología Urbana esclarece aunque la creciente tecnología de registros de imágenes en cámaras digitales y móviles viene facilitando cada vez más la documentación de estos fenómenos severos, sin que la mayor cobertura dada a estos eventos signifique que ellos estén ocurriendo con mayor frecuencia”.
Por el momento no hay una medición, ni estadísticas que indiquen la cantidad de tornados que se generan cada año en el “Pasillo de los Tornados”, pero se cree que el número es similar al de los Estados Unidos, de unos 800 a 1000 anuales.
Consecuencias del tornado en Laboulaye, Cordoba.
Fotos, fuentes e infografías:
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